Las Puertas de la Percepción

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13 marzo, 2006

Lo siento, hoy no puedo parar y esperar a que me venga la inspiracióon para escribir algo que, más o menos, sea medio agradable a quien lea esto(si es que alguien lo lee XDD)

Y es que no lo entiendo. Sí, a él, ¿a quien sino? -a veces llego a pensar que es casi una obsesión. Pero de verdad que no comprendo nada. ¿Qué ha pasado? Eso es lo que me llevo preguntando durante dos días.

Hace aproximadamente tres semanas, en el concierto de Edguy, el alcohol hizo su efecto y acabamos juntos, otra vez. Y cuando digo juntos me refiero a enrollados, nada más serio que todo eso. El caso es que llevo desde ese día esperando a que me diga algo, cualquier cosa, aunque sea que se arrepiente, me da igual. Tan sólo algo. Pero no. Quizá por su orgullo, quizá porque no se acuerda (urgh), o a saber qué! Pero es que, joder, después de todo no puedo creer que me trate como a un rollo de una noche de los que luego casi no te acuerdas si te los cruzas por la calle.

Decidí no ir a Santander este fin de semana. Resiganda a aceptarlo, ya me había propuesto dejar correr el tema, olvidarlo... hasta este preciso fin de semana:
sábado, las 4.30 de la madrugada. Me da por mirar el movil(cosa que nunca suelo hacer cuando salgo de fiesta, más bien lo llevo por si acaso). Bien, miro el movil y... ¡un sms de Sergio y 6 llamadas perdidas! Desconcierto toal. ¿A qué coño viene estar llamándome a las tantas de la madrugada?
El sms decía algo así como que donde me había metido, que llevaba toda la noche llamándome y que estaba en Bilbao. Claro esta, todo esto en un tono mucho más edulcorado. Y la verdad, yo estaba flipando. Le llamé, quedé con él y seguimos con la juerga lo poco de noche que quedaba.

Extraña situación cuanto menos. Gracias a dios que por lo menos no nos encontramos con Diego.

Volvimos a casa sobre las 9 y lo primero que hicimos fue desayunar. Sí, sí: desayunar XD Entonces, entre croissant y croissant (qué bien nos cuidamos) vino la pregunta del millón: ¿a qué has venido?. Supongo que cualqueira se imaginaría una respuesta tal que "te echo de menos" "quiero volver contigo" o incluso "quería hablar de lo del otro día" Esta última mucho menos probable, lo sé. Pero no. Ahí os equivocaís todos porque, lo único a lo que había venido, era a pedirme perdón y porque "necesitava abrazarte", dijo. Lo del perdón no tenía ni idea a qué venía, y en cuanto al abrazo, os juro que se me cayó el alma al suelo al verlo ahí, sentado, con esa carita que sabe que me hace débil, su forma de hablar, de mover las manos, su mirada tímida... y yo diciéndome una y otra vez "no, otra vez no, esta vez no te dejarás engañar" Pero ya os lo he dicho, sabe cómo hacerme débil.

Y dejé que me abrazara mientras dormíamos.

Me desperté al cabo de un par de horas y aún sentía su brazo sobre mi cintura, la palma de su mano sobre mi muñeca y su respiración lenta y pausada en el cuello.

- ¿Por qué querías pedirme perdón?
- Porque mañana, cuando te levantes, te sentirás culpable, y todo por haberme hecho felíz.

Cerré los ojos y volví a dormir. A la mañana siguente me besó en la frente y se marchó.

l Maktub l

Nombre: Maktub
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