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  22 noviembre, 2005 
El otro día contaba los tíos con los que me había enrollado. El número no es importante. (no son tantos, siempre podrían ser más). Una amiga me ayudó a recordar los nombres. Cuando acabamos, nos quedamos con la sensación de que nos olvidábamos alguno (todavía la tengo). No hicimos lista, así que no pretendíamos ni alardear ni competir.
Al final sacamos algunas conclusiones. 
- El que mejor recordamos es el que más quisimos. 
 - El segundo que nos viene a la memoria es el primero. 
 - El tercero es el último o el actual. 
 - Entre medio hay un amasijo de nombres y apodos (el de blanco, el argentino, el italiano?) del que muy pocos destacan, solo las relaciones de más de 3 meses y no todas.
 
Pues la moraleja sería; algunos de esos nombres que tanto nos costó recordar nos hicieron daño, alguno nos decepcionó, esperamos muchos días una llamada, nos hicieron sufrir, nos costó quitárnoslos de encima (nosotras también hacemos de las nuestras) En el momento era impensable que pudiéramos olvidarnos de ellos pero?por lo visto, pasa. Conviene tenerlo en cuenta para el presente y el futuro. 
   l Maktub l