Diario
Perfil
Links
Music
Archivos
Post-it
Extras
Elige tu futuro. Elige la vida.
♥
**********************************************
01 octubre, 2004
En aquella época yo tenía un carácter obstinado, lo que me llevaba de vez en cuando a una conducta un tanto incorrecta, socialmente hablando, y a pesar del esfuerzo de mis padres, mis tutores y los psicólogos de turno, no había forma de hacerme cambiar. Algunos hechos(que quizá algún día me sienta con fuerzas para contar) que acontecieron en consecuencia al poco tiempo, me llevaron a pasar un año en un internado donde decían eran expertos en enderezar a chicos/as con problemas de conducta. Recuerdo que fueron tiempos duros, que yo era la pequeña de la clase y que muy a pesar de las "sabias" decisiones de las autoridades del centro, algunas de las cosas más duras de la vida, esas de las que me trataban de apartar, las descubrí allí.
Hoy recuerdo a la perfección el primer día de clase en aquel internado, ese día en el que no había vuelto a pensar desde que acabó el único curso que llegué a realizar allí; día que creía tener completamente olvidado.
Las clases eran mixtas, es decir, chicos y chicas en una misma aula. La verdad, hubiera preferido que no fuesen así ya que por aquel entonces había algo en mi, en mi cabeza, que me impedía fiarme del sexo masculino y ello hacía mucho más difícil el poder relacionarme con éste. Por suerte, o no, eso ha cambiado.
En mi primer día mi madre me dejó en la entrada del colegio, con las maletas y una mochila verde (que aun conservo) con los libros que iba a necesitar ese curso. Después de deshacer el equipaje y mostrarme el internado, una profesora me acompañó hasta mi aula. Era una clase pequeña(apenas entraban 20 pupitres) con unos enormes ventanales cubiertos por cortinas blancas manchadas de gruesas rayas de tinta, como si alguien las hubiese pintado a propósito. La clase estaba llena, sólo había un pupitre vacío, reservado para mi, delante de él, de Gabriel.
Me dirigía hacia aquel pupitre. Miraba al suelo, cabizbaja, quizá era vergüenza por sentirme una de los 'niños malos'. Cuando llegué al pupitre alcé la cabeza y la mirada, buscando el hueco para sentarme en la silla, y ahí estaba él, mirándome fijamente, con esos ojos grises que recordaban a un día de invierno. Una mirada triste pero intensa, acompañada por una pícara sonrisa que me desconcertaba, pues no llegaba a entender si sus intención era amigable o no. Me paré durante un segundo, aunque fue suficiente para darme cuenta de que él no me miraba con el desprecio que lo hacían los demás. Ni siquiera ahora sabría decir qué le podía pasar en aquel momento por la cabeza. No sabía qué significado tenía aquella forma de mirar, sólo sabía que me agradaba, me gustaba como me miraba. Ese fue mi primer contacto con Gabriel. Y me senté en mi lugar, delante de él.
Los primeros días tendía a aparterme, espantada de todos, sabiendo en el fondo lo que pretendían. Sonreía amablemente, caía bien y me dejaba querer. Pero nada más. Y las reinas del curso me dieron la espalda, dándome por imposible. Entonces y sólo entonces, él comenzó a acercarse a esa chica a la que tanto parecía molestar la soledad.
Así, poco a poco y con cautos avances por mi parte, llegué a considerar que Gabriel era la única persona del colegio (y tal vez del mundo) que realmente merecía la pena, y nos hicimos inseparables. Era el mástil principal de mi vida en aquel colegio, mi punto de apoyo, mi consejero, mi guia.... y aquello me alegraba, encontrar alguien así en un lugar como aquel, lleno de locos egocéntricos. Pero lo que me alegraba aun más, es que aquel sentimiento era mutuo, correspondido. A él al principio le asustaban mis ironías, la mordacidad con la que trataba al resto, el desprecio que destilaba hacia ellos. Luego comprendió que yo jamás usaría ese tono con él, y le hice reir.
LLegaron las navidades y cada uno volvió a su casa para pasar estas "entrañables" fechas con sus respectivas familias. A la vuelta encontré en la puerta de mi habitación un sobre en blanco, tan solo en el centro se podía leer un nombre: el mio. Aún conservo esa carta en alguna carpeta de mi habitación, esa carta en la que, después de tres meses, decidía declarar sus sentimientos hacia mi... y cuál fue su sorpresa al ver que cada día me mostraba más receptiva hacia esos sentimientos, hasta que fueron totalmente correspondidos.
Pasaron los meses, unos de los más felices de mi vida. Era la forma perfecta de evadirme de todos los problemas familiares que por aquel entonces se sucedían en mi casa. La forma perfecta de olvidarme del mundo, agarrada de su mano, com mi cabeza sobre su hombro, mirando las estrellas y soñando que algún día escaparíamos de aquel internado y viviriamos una vida, juntos.... Sueños de adolescentes.
Allí conocí y probé todo de lo que me pretendieron apartar, junto a él, mi mala influencia particular.
Acabó el curso y mis padres decidieron que al año siguente no volvería a ese lugar, pues los resultados obtenidos no fueron los deseados. Prefirieron que volviera a mi antiguo colegio, con mis compañeros de siempre. Cuando me dieron la noticia, me moría de rabia: siempre me quitaban lo que más amaba en el momento en el que más feliz era. Hoy, no se si hicieron bien o no, pero por lo menos puedo estarles agradecida por haberme devuelto a mis amigos, aunque aquello supuso un adios para siempre a Gabriel.
Durante el verano pude recuperar la complicidad de antes con mis amigos, pero Gabriel todavía seguía presente en mi cabeza, y en mi vida. No podía tenerle siempre que quisiera ya que, a parte de la distancia que separaba su casa de la mia, también estaba la postura se mis padres, totalmente contrarios a aquella relación. Nos veímos uno o dos días a la semana. Aquello me sabía a poco, pero era suficiente para demostrarme que me quería, y yo a él. Era una noche de finales de agosto. Había quedado con él donde siempre solíamos quedar, junto a aquella hermosa fuente seca. Llevaba 45 minutos esperándole, y no aparecía, de echo, aquella noche no aparecío. Volví a casa con ojos vidriosos, a punto de derrumbarme en cada esquina que atravesaba buscando mi cama, mi almohada, aquella carta.... para leerla una y otra vez y volver a creer que aún me quería. Al día siguiente me enteré de lo ocurrido. Resultó que los rumores eran ciertos: la gente de aquel centro no eran buena compañía.
Un año, doce meses, ni uno más ni uno menos. Eso fue todo lo que duró nuestra amistad.
Y todo acabó con una conversación que recuerdo así: Déjame sola, déjame en paz. Dejamedejamedejame. Estoy bien, no te necesito. No te quiero, no puedo quererte. Nadie puede querer a alguien que por dentro está muerto. ¿Yo te hago revivir, yo te doy la fuerza vital, yo hago que brillen tus ojos? Sólo son residuos de una estrella muerta. Muertamuertamuerta. Yo no debería estar aquí. ¿Me amas, dices? ¿Y cuanto me amas? ¿Me amas tanto como para cambiar por mí, como para dejar de ser lo que eres? ¿Y quien te dice que tras ello yo seguiría amándote? No voy a permitir que cambies por mí. Y yo no puedo amarte siendo tu así. Deja de mirarme, deja de quererme, deja de necesitarme. El dolor se cuela en cada bocanada de aire. Sé que tengo la lengua de trapo, sé que estoy borracha. Pero también sé lo que me digo, arcángel. ¿Te duelo? ¿Te duelo, no te dejo dormir, me cuelo en tus sueños? Duélete con tu dolor, penetra en la herida a través de tu agonía y renacerás en la luz. No soy cruel como pretendes. Yo nunca he sido Tánger, ¿recuerdas cuando nos comparabas? No, yo siempre he deseado ser así, pero nunca podré serlo. Porque, a pesar de todos y a pesar de ti, no soy tan cruel como debería o como desearía ser. Déjame sola, Gabriel. No te necesitaré esta noche.
... y ya no volví a sentir aquella mirada de ojos grises ni esa sonrisa pícara.
l Maktub l
Nombre:
Maktub
Edad:
22
Ubicación:
España
View my complete profile
<< Lo último
junio 2004
julio 2004
agosto 2004
septiembre 2004
octubre 2004
noviembre 2004
diciembre 2004
enero 2005
febrero 2005
marzo 2005
abril 2005
junio 2005
julio 2005
agosto 2005
septiembre 2005
octubre 2005
noviembre 2005
diciembre 2005
enero 2006
febrero 2006
marzo 2006
abril 2006
mayo 2006
junio 2006
julio 2006
agosto 2006
septiembre 2006
octubre 2006
noviembre 2006
diciembre 2006
enero 2007
febrero 2007
marzo 2007
abril 2007
mayo 2007
junio 2007
julio 2007
agosto 2007
septiembre 2007
octubre 2007
noviembre 2007
diciembre 2007
enero 2008
febrero 2008
marzo 2008
abril 2008
junio 2008
julio 2008
septiembre 2008
enero 2009
Where the streets have no name
MySpace
El Joven Lovecraft
4 8 15 16 23 42
>E N L A N E B U L O S A<
Herramientas
Who links to me?
FreeViral
Upload at Putfile
blogskins
blogger
toastsnatcher
iddie
Aminstía Internacional
Amnistia Animal
Mis Top 10 de la semana
Déjame un Post-it
o firma en mi Libro
weblogs
Feedjit Live Blog Stats